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Cachorro de león es rescatado en Puerto Vallarta tras denuncia ciudadana en redes sociales

Ambientalistas y defensores de animales alzan la voz contra el tráfico de fauna silvestre.

Puerto Vallarta, Jalisco. Un pequeño león de tan solo cuatro meses fue asegurado este 17 de julio en un domicilio particular de Puerto Vallarta, luego de que circulara un video en redes sociales donde se le veía paseando por el malecón como si fuera una mascota más.

La escena, aunque pareciera sacada de una película exótica, es en realidad una muestra más del problema que representa el tráfico y posesión ilegal de especies silvestres en México. En respuesta a la denuncia ciudadana, personal de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) en Jalisco, en conjunto con elementos de la Fiscalía General de la República (FGR), realizaron un cateo en el domicilio del responsable, quien ya había sido señalado anteriormente por tener fauna silvestre sin las condiciones adecuadas.

El operativo se llevó a cabo a las 11:30 de la mañana y participaron, además de la Profepa y la FGR, elementos de la Secretaría de Marina y médicos veterinarios. En el lugar fue encontrado el ejemplar de león, que fue trasladado a una instalación autorizada para su resguardo y cuidados especializados.

Aunque Profepa presentó una denuncia penal por delitos contra la biodiversidad —amparada en el artículo 420 del Código Penal Federal— no se trata de una victoria para celebrar, sino de una llamada de atención. La tenencia de animales exóticos como símbolo de estatus o entretenimiento no solo es ilegal, sino profundamente irresponsable y cruel. Estos animales no son mascotas, y mucho menos accesorios de redes sociales.

El poseedor del leoncito ya era reincidente, lo cual agrava su situación legal. Las autoridades indicaron que darán seguimiento a la carpeta de investigación y continuarán con el procedimiento administrativo correspondiente.

Si bien es correcto que Profepa actúe conforme a la ley —como en este caso—, también es urgente que existan mecanismos más ágiles para prevenir estos casos antes de que ocurran. La conciencia ciudadana jugó un papel fundamental en esta historia, y lo seguirá haciendo mientras se siga denunciando la posesión y maltrato de animales silvestres.

Hoy, al menos, el pequeño león duerme en un lugar seguro. Pero queda claro que aún hay mucho por hacer para frenar esta práctica que atenta contra el bienestar animal y la biodiversidad de nuestro país.