La Asociación TAC dio a conocer un caso que ha encendido la indignación de defensores de animales y ciudadanos sensibles ante el maltrato: un perrito al que llamaron Ruby fue víctima de un ataque por otros perros, y después de quedar gravemente herido, presuntamente su propietaria decidió deshacerse de él arrojándolo a unos arbustos dentro de una bolsa, en la colonia Viveros.
La historia no termina allí. Según el reporte de TAC, todo quedó evidenciado en un video que circula en redes sociales, donde se observa la forma en que el animalito fue tratado como si su vida no importara. A pesar de sus heridas severas en la cabeza y el cuerpo, la respuesta de la supuesta responsable no fue brindarle ayuda, sino simplemente abandonarlo.
Para la asociación, este caso también exhibe otra cara lamentable: las personas que solo critican detrás de una pantalla y no mueven un dedo cuando un animal está en riesgo. TAC explicó que, a modo de experimento social, se abstuvo de hacer presencia inmediata en medios y observó que nadie que suele señalar a la organización hizo siquiera una publicación preguntando por el perrito, solicitando ayuda o intentando localizarlo.
Afortunadamente, la indiferencia de algunos no marcó el destino de Ruby. Desde antes de las 10 de la mañana del día de los hechos, el perrito fue ingresado de urgencia bajo el cuidado de TAC. Presentaba mordeduras profundas y un estado crítico de salud. De inmediato, se le comenzaron a practicar radiografías y valoraciones veterinarias para determinar el alcance de las lesiones.
La asociación enfatizó que no cuenta con apoyos gubernamentales ni recursos ilimitados: son un grupo de personas con empleos formales que destinan su propio ingreso a rescatar y atender casos como este. Por ello, recordaron que la ayuda ciudadana es esencial para sostener su labor.
Este hecho doloroso vuelve a poner sobre la mesa un tema urgente: la crueldad animal no puede ser normalizada ni minimizada. Abandonar a un ser vivo en agonía no solo es un acto ruin, sino un delito que debe ser sancionado. TAC confirmó que ya se iniciaron procesos legales contra quien resulte responsable.
Desde la organización invitaron a la sociedad a no quedarse en la pasividad. “A veces basta un mensaje, una acción o una decisión oportuna para cambiar una vida”, señalaron en su comunicado. Cada denuncia, cada reporte y cada gesto de ayuda son valiosos.
La historia de Ruby es un llamado a reflexionar sobre el compromiso real con los animales. Porque protegerlos no es una pose en redes sociales: es una responsabilidad diaria que requiere empatía y acciones concretas.
Si eres testigo de un caso de maltrato, no guardes silencio. Denunciar y actuar es un acto de valentía y de humanidad. El silencio también hiere, y la indiferencia, como se vio en este caso, puede costar vidas.

Nota: Esta información proviene de un reporte público emitido por la Asociación TAC y se difunde con fines informativos y de sensibilización.