Para contribuir a la reflexión y sensibilización sobre una de las más graves violaciones a los derechos humanos, la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP), a través de la Defensoría de los Derechos Universitarios, llevó a cabo el conversatorio “El rol de la universidad frente a la tortura”.
En el Aula Virtual del Complejo Cultural Universitario, especialistas de distintas instituciones expusieron perspectivas sobre cómo prevenir, atender y erradicar esta práctica catalogada como crimen. El encuentro se enmarcó en el Día Internacional de las Naciones Unidas en Apoyo de las Víctimas de la Tortura, que se conmemora el 26 de junio.
La abogada General de la BUAP, Miriam Olga Ponce Gómez, definió la tortura como un acto atroz que trasciende el daño físico y afecta el sentido mismo del ser humano. “Necesitamos ser agentes de erradicación mediante la acción colectiva”, señaló.

Omar Aguirre Ibarra, defensor de los Derechos Universitarios, explicó que la actividad forma parte de la campaña nacional México sin Tortura 2025, impulsada por el gobierno federal. Detalló que en la BUAP se han realizado acciones de difusión y concientización, como publicaciones de infografías y la organización de pláticas con distintos sectores.
Por su parte, el vicerrector de Docencia, José Jaime Vázquez López, ofreció la charla “La universidad como espacio de memoria, prevención y acción contra la tortura”, en la que advirtió sobre un contexto social complejo reflejado en indicadores alarmantes: más de 26 mil homicidios en lo que va de 2024, más de 113 mil personas desaparecidas desde 2006 y más de 8 mil suicidios en 2023. Llamó a la comunidad universitaria a no normalizar estos datos y a sumarse a un esfuerzo colectivo por fortalecer la resiliencia social.
“La universidad es mucho más que aulas. Es un custodio de la memoria y un motor de cambio”, afirmó.
En su intervención, Luis Ochoa Bilbao, director de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, subrayó que la cultura de paz no debe entenderse como la simple ausencia de violencia, sino como un proceso activo que promueve la dignidad, la justicia y el diálogo.


Desde el municipio de Puebla, Jessica Calderón García, directora de Derechos Humanos, e Iván Andrés Flores Cano, jefe del Departamento de Amparos, expusieron el marco legal nacional e internacional que prohíbe la tortura y recordaron que en México esta práctica sigue siendo generalizada y marcada por la impunidad.
El conversatorio contó con la asistencia de personal del Tribunal Superior de Justicia, la Comisión Estatal de Derechos Humanos, la Universidad de Ciencias Policiales del Estado y el Hospital Psiquiátrico “El Batán”.
Con este esfuerzo, la BUAP reafirmó su compromiso con la defensa de los derechos humanos y la promoción de una cultura de paz desde el ámbito universitario.