En un impactante trend viral en redes sociales, se les ha preguntado a cientos de mujeres mexicanas: ¿Preferirías estar atrapada en el bosque con un hombre o con un oso? Sorprendentemente, el 90% de las encuestadas han respondido que prefieren estar con un oso. ¿Por qué? Porque, según ellas, confían más en los instintos de un animal salvaje que en los de un hombre. Prefieren enfrentarse a un oso que no las violaría, mataría, golpearía, amedrentaría, seguiría, acosaría o victimizaría, que estar con un hombre, lo cual resulta alarmante.
¿Hasta dónde hemos llegado?
Es desgarrador y sumamente preocupante que en pleno siglo XXI, las mujeres sientan más seguridad en la naturaleza que con los hombres. La comparación entre un oso, un animal potencialmente peligroso, y el hombre, habla de la profunda desconfianza y miedo que muchas mujeres sienten hacia los hombres en nuestra sociedad. Esto no es solo un síntoma de una problemática social, sino un llamado urgente a la acción.
La cruda realidad detrás de las respuestas
Para comprender el contexto de estas respuestas, es esencial mirar las cifras de la violencia de género en México. Según el INEGI, hasta 2021, el 70% de las mujeres de 15 años o más han experimentado al menos un incidente de violencia, ya sea psicológica, económica, patrimonial, sexual o un acto de discriminación en al menos un ámbito de su vida. La violencia psicológica es la más común, seguida de la sexual, la física, la económica, la patrimonial y finalmente, la discriminación. Las entidades con más violencia de género son el Estado de México, la Ciudad de México y Querétaro. De septiembre de 2022 a diciembre de 2023, la línea de atención a emergencias de violencia ha atendido a 121,500 llamadas de mujeres por algún percance relacionado a un evento de violencia de género. Y estas son solo las mujeres que se atreven a denunciar. México, siendo un país machista, aún tiene muchas mujeres que se quedan calladas.
Posición de Puebla en Violencia de Género
De acuerdo con estos informes: Puebla se ubica entre los estados con índices altos de violencia de género, situándose entre los primeros diez estados del país con mayor prevalencia. Según el INEGI, aproximadamente el 68% de las mujeres en Puebla han experimentado algún tipo de violencia a lo largo de su vida. La situación en Puebla es un reflejo de la problemática general en México, donde la violencia de género sigue siendo una preocupación crítica. Al igual que otros estados con altos índices de violencia, Puebla necesita intervenciones urgentes y continuas para proteger a sus mujeres y garantizar un entorno seguro y equitativo para todos.
La necesidad de un cambio profundo
Estos números nos abren los ojos y nos señalan la importancia de reconocer la violencia de género y entender cómo es experimentada por las mujeres. La comparación con un oso revela el profundo temor que sienten las mujeres hacia los hombres, y esto es un claro indicativo de que necesitamos un cambio radical en nuestra sociedad.
Fomentar valores desde la crianza
Es fundamental que el cambio comience desde la crianza. Necesitamos educar a los niños en valores como el respeto, la igualdad y la empatía. Los hombres deben aprender desde pequeños a valorar y respetar a las mujeres como iguales. Solo así podremos aspirar a una sociedad más justa y segura para todos.
Exigir políticas públicas efectivas
Además, es imperativo seguir exigiendo que el gobierno garantice nuestra seguridad con políticas públicas que realmente nos escuchen y entiendan el contexto de violencia en el que vivimos. La llegada de nuestra primera presidenta mujer en México, Claudia Sheinbaum, nos da una luz de esperanza. Esperamos que se ponga la camiseta femenina y haga cambios significativos para mejorar la seguridad y la calidad de vida de las mujeres en nuestro país. Este trend viral nos deja temas muy importantes sobre la mesa. La pregunta que sigue resonando es: ¿Prefieres quedarte a solas con un hombre o con un oso? La respuesta de muchas mujeres nos muestra que aún hay un largo camino por recorrer para lograr una sociedad donde las mujeres puedan sentirse seguras y respetadas.
La violencia de género no es un problema individual, sino un reflejo de una sociedad que necesita cambiar profundamente. Trabajemos juntos por un futuro donde las mujeres no tengan que elegir entre un oso y un hombre para sentirse seguras.
