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Fernanda Paredes

“Ojalá nunca nadie más sienta la sensación de que su hijo o hija es un estorbo para el Sistema Educativo. Ojalá la escuela deje de doler algún día.”

Este título le pertenece a la cuenta de tuiter @DeAutismo y me dolió en el alma, como madre de un hijo con autismo al que como la mayoría le ha costado montones la inclusión escolar no puedo ser indiferente a los miles de retos que nos pone el sistema educativo para que nuestras crías asistan a la escuela.

Mi hijo asiste a un Centro de Atención Múltiple, esta es una escuela pública que se encarga de la educación de niños y niñas con alguna discapacidad. En este lugar encontré guía y entendimiento para mi peque, después de tormentosos intentos de inclusión escolar en colegios privados (eso lo abordaré en otra columna), en el CAM hay maestros y maestras calificados, además de un entorno amable y empático.

Les cuento la tragedia escolar de mi familia más reciente:

Mi hijo se topó con profesionales de la educación que lo han hecho progresar mucho en su escolarización, sin embargo; este ciclo escolar nos topamos con la burocracia y la inflexibilidad de la institución educativa publica, el grupo de mi hijo lleva 3 cambios de titular, long story short: porque una maestra con plaza pidió un par de años de permiso y decidió regresar a su plaza dos meses antes de que terminase el ciclo escolar.

Las madres y los padres de familia nos alteramos ante otro cambio abrupto para nuestras crías, propusimos pagar de nuestro bolsillo el sueldo del maestro que ha estado con nuestros niños hasta ahora, para que la transición no sea tan difícil, propusimos que el docente se quedara como personal de apoyo ante las autoridades escolares y nos mandaron al diablo.

No entiendo de burocracias, los derechos de maestros con plaza y cómo es posible que alguien se pueda integrar a un grupo así, no busco hacer mi ley, quisiera flexibilidad, adecuaciones y empatía para nuestros niños y niñas, que se entendiera que para las infancias con autismo la ruptura de la rutina podría implicar retrocesos, crisis de llanto y ansiedad. Creo que a cualquier estudiante, con autismo o sin autismo, le rompería

Qué duro que les valga tanta madre la estabilidad emocional de nuestros peques, estoy muy cansada y harta de que todo lo relacionado con la escuela nos haga sufrir, el autismo es un diagnostico que ha tenido muchos cambios en su definición y abordaje en las últimas décadas, sé que no es posible que alguien sepa todo sobre un tema, pero me parece horrible que no se planteen la posibilidad de hacer adecuaciones para sus alumnos, que se anule nuestra petición porque la suprema autoridad escolar dice no, que la solución sea: qué se aguanten las criaturas y qué se chinguen las familias.

Hasta la próxima opinión atípica, gracias por leerme y compartir, acepto comentarios, preguntas, argüendes y chismes.

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