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Fernanda Paredes

El hate a las mamitas azules

Primero lo primero, ¿qué es una mamita azul? Simple y sencillamente es una manera de llamar a las madres de hijos/as con autismo, es algo identitario para algunas de ellas, les gusta llamarse así (en lo personal a mí no).

Mi algoritmo en redes sociales básicamente es sobre autismo: muchas mamás contando su día a día y experiencias en el cuidado de sus crías con Trastorno del Espectro Autista (TEA), adultos con TEA narrando sus vivencias, especialistas actualizados (y otros no tanto) compartiendo información. Esto me gusta mucho porque miro el TEA desde muchas perspectivas, aprendo, me identifico e identifico a mi criatura.

Este algoritmo que he construido con sudor y esfuerzo me ha llevado a descubrir lo odiadas que resultamos las madres cuidadoras de hijos/as con autismo sobre todo las que se hacen llamar mamás azules, la comunidad de personas con autismo, en su mayoría nivel 1 de ayuda, tienen fuertes opiniones sobre las mamás y su manera de expresarse con respecto al autismo de sus hijos/as, si bien existe un fuerte discurso capacitista que quiere mostrar únicamente lo mucho que sufren su crianza por no tener “hijos normales”, considero que esto es resultado de lo muy hostil que es el mundo con las personas con discapacidad, lo complicado que es incluir a los niños o niñas con autismo a las clases o la vida social, lo culera que es la gente al negar adaptaciones para que las personas con autismo se sientan más cómodas y la creencia de que sus necesidades son exageraciones, berrinches o falta de disciplina.

Nos hace falta entender la condición TEA, nos hace falta mucha información, apoyo emocional y escuchar a las personas adultas TEA, ya que nos pueden guiar con sus experiencias a tener una crianza más empática y dejar de imponer “normalidad” de conducta a nuestras crías con autismo. Por otro lado, recalco que las madres hacemos lo que podemos, con lo que tenemos, no somos seres perfectos e ideales, también la cagamos, necesitamos reconocimiento en la labor de crianza, tengamos hijos con autismo o no, las fuertes criticas a las mamás azules tiene un componente de misoginia y exigencias de ideal materno. Propongo matizar ambas posturas, hay que poner en la mesa que para criar necesitas una red de apoyo.

Antes de concluir está breve reflexión, quiero cerrar diciéndoles que mi Gordi cumple 9 años este 18 de septiembre, nueve años revolucionando mi mundo y haciéndonos muy felices, estoy impactada de tener un hijo tan grandote y de seguir aprendiendo a su lado.

Pd. Gracias a mi amiga personal Esthela por leer mi ensayo sobre las madres cuidadoras en la bibliografía sobre intervención terapéutica en el autismo, la tqm.

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