El refugio «Amor es Perros» ha estado en el centro de una polémica tras la filtración de audios y videos que revelan condiciones alarmantes para los animales a su cargo. El caso comenzó cuando una persona contactó al refugio para buscar pensión para un perro llamado Zeus. Al visitar las instalaciones, notaron que muchos perros estaban en jaulas, y uno en particular, que supuestamente había sido recién operado, se encontraba en un estado deplorable: sucio, lleno de moscas y expuesto al sol. Al intentar obtener explicaciones sobre estas condiciones, las responsables se encontraron con una negativa por parte del encargado, Manuel. Frustradas, decidieron denunciar la situación en redes sociales.
La situación se complicó cuando a través de unos audios filtrados se enteraron de que Teo, el perro por el que preguntaron, debía ser retirado del refugio para «calmar las aguas» de la denuncia que ya habían realizado. Su estado físico generó preocupación, y aunque se han realizado esfuerzos por localizarlo y ofrecerle atención, su paradero sigue siendo un misterio.
La regulación para Instituciones de Rescate Animal es necesaria
Este caso pone de manifiesta la urgente necesidad de regular los refugios y organizaciones de rescate animal. Actualmente, la falta de regulación permite que algunos refugios operen sin la supervisión necesaria, lo que puede resultar en situaciones como la vivida en ‘Amores Perros’. Sin un marco legal que garantice estándares mínimos de bienestar, se corre el riesgo de que se priorice el lucro sobre el verdadero propósito de estas instituciones: rescatar y cuidar a los animales necesitados.
Las consecuencias de esta falta de regulación son severas. En primer lugar, se pone en peligro la vida y bienestar de los animales, que a menudo son víctimas de negligencia y abuso. Además, incidentes como el de Teo dañan la reputación de aquellos refugios que sí se esfuerzan por brindar cuidados adecuados y encontrar hogares responsables. Esto no solo desinforma al público, sino que también puede desincentivar a potenciales adoptantes y donantes.
Asimismo, la falta de transparencia en la gestión de estos refugios puede llevar a la explotación económica de la buena voluntad de la comunidad. Sin controles adecuados, algunos refugios pueden aprovecharse de las donaciones y tarifas de adopción sin cumplir con sus compromisos de bienestar animal. Por todo esto, es crucial establecer un sistema de regulación que incluya auditorías, estándares de cuidado y protocolos claros para la adopción y tratamiento de los animales.