El 17 de octubre, la ex Timbiriche Sasha Sokol reveló en su cuenta de la red social X que la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) ha decidido atraer el caso que interpuso contra el productor Luis de Llano por abuso sexual. Este anuncio marca un hito significativo en la lucha contra el abuso en el mundo del entretenimiento, donde las voces de las víctimas han comenzado a ser escuchadas con mayor atención.
La Primera Sala de la SCJN resolvió, por unanimidad, ejercer su facultad de atracción para conocer los expedientes de amparo directo derivados del juicio civil que Sokol inició a principios de 2022. Este paso es crucial no solo para el caso particular de Sokol, sino para todas las víctimas que enfrentan la difícil tarea de buscar justicia en un entorno a menudo opaco y vulnerable.
En su comunicado, la cantante de 54 años expuso que Luis de Llano ha sido condenado a ofrecer una disculpa pública, a tomar un curso especializado en prevención de conductas de abuso sexual, a no volver a mencionar su nombre y a reparar el daño de forma económica. Además, Sokol subrayó que cualquier indemnización que se determine será donada íntegramente a ADIVAC, una organización civil dedicada a combatir y prevenir el abuso sexual de menores.
La visibilización de este tipo de casos es fundamental para crear conciencia sobre la necesidad de regular el tratamiento y la protección de los menores de edad en la industria del entretenimiento. Los jóvenes artistas son particularmente vulnerables en un entorno que a menudo prioriza el éxito y la fama por encima del bienestar personal. La falta de regulaciones claras puede permitir que situaciones de abuso se repitan, por lo que es esencial que se implementen medidas adecuadas que garanticen un ambiente seguro y saludable para todos los involucrados.
Sasha Sokol expresó su esperanza de que su caso no solo genere un impacto en su propia búsqueda de justicia, sino que también establezca un precedente importante para que otras víctimas se sientan empoderadas a ejercer su derecho a la reparación de daños. Este cambio de paradigma es crucial en un país donde muchas historias de abuso han permanecido en silencio.
Luis de Llano, conocido productor y director mexicano de televisión, ha dejado una marca indeleble en la industria, famoso por su trabajo en telenovelas y programas juveniles en Televisa. Sin embargo, su historia se entrelaza con la de Sokol, quien fue parte de la icónica agrupación Timbiriche, que él ayudó a crear. Este caso no solo busca justicia personal para Sasha, sino que también resalta la necesidad urgente de proteger a los menores en el ámbito artístico, asegurando que no se repitan situaciones de abuso y que la industria actúe con responsabilidad y ética.
La lucha de Sasha Sokol es un recordatorio poderoso de que el cambio es posible y necesario, y que las voces de las víctimas merecen ser escuchadas y respetadas.