Perder a un hijo durante el embarazo o el parto es una de las experiencias más dolorosas que una madre puede atravesar. Sin embargo, en muchos casos, la sociedad y las leyes no reconocen del todo el impacto emocional y físico de este duelo. Para cambiar esto, la diputada Celia Bonaga Ruiz, del Partido Acción Nacional (PAN), presentó una iniciativa en el Congreso de Puebla que busca otorgar una licencia por duelo a las madres que enfrenten esta pérdida.
La propuesta plantea modificar la Ley de los Trabajadores al Servicio del Estado de Puebla, para que las mujeres que sufran la muerte de su bebé antes, durante o después del parto puedan contar con tiempo suficiente para procesar su duelo y recuperarse emocionalmente.
Tiempo para sanar: Un derecho necesario
De aprobarse esta reforma, las madres tendrían derecho a una incapacidad de seis semanas antes de la fecha programada del parto y ocho semanas después. Esto no solo reconoce la importancia de la recuperación física, sino también la necesidad de un espacio de contención emocional.
“Si bien no existe un periodo de tiempo que cure la herida de la pérdida, el permiso para vivir el duelo sin prisas puede ser un paso fundamental para la aceptación y reconstrucción emocional”, destacó la legisladora. “Reconoce la importancia de honrar el dolor y la conexión con el ser querido que ya no está”.
Además, la reforma amplía de tres a cinco días el permiso con goce de sueldo para los padres trabajadores que pierdan a su bebé, reconociendo que el duelo no es exclusivo de las madres y que el apoyo emocional entre la pareja es fundamental.
Salud mental: una prioridad
Más allá del permiso laboral, la propuesta también pone sobre la mesa la necesidad de un acompañamiento integral para quienes atraviesan este tipo de pérdidas. Por ello, se busca garantizar que las madres reciban atención psicológica especializada, además de apoyo médico para detener la lactancia de forma segura o, si así lo desean, donar su leche a los bancos de leche materna.
En un mundo donde la productividad suele imponerse sobre la salud mental, esta iniciativa representa un avance hacia un enfoque más humano, donde el duelo no sea un tema tabú, sino un proceso legítimo que merece respeto y apoyo.
