Se presentó una nueva herramienta creada con inteligencia artificial llamada ‘OlimpIA’ inspirada en la Ley Olimpia, que se encargará de asesorar, ayudar y dar acompañamiento a víctimas de violencia digital mediante un chat.
El día de ayer la poblana Olimpia Coral Melo junto con otras activistas de El Frente Nacional para la Sonoridad México y la desarrolladora digital Aurachat AI anunciaron la implementación de este nuevo proyecto tecnológico pensado para y por las mujeres que son o han sido víctimas de violencia digital. El anuncio que se llevó a cano en el Museo Universum de la UNAM, Ciudad de México, promete ser una herramienta innovadora que facilité el duro proceso que las víctimas viven, creando una red de apoyo que se enfocará tanto en la parte jurídica y digital, como en la atención psicológico y la prevención del suicidio.
Esta IA se encuentra ya en la etapa de implementación abarcando México y Latinoamérica por el momento, pero el objetivo sería que el proyecto llegue a todo el mundo con la meta de que deberá estar disponible en 30 idiomas. El desarrollador de Aurachat, Enrique Tapia Padilla, detalló que la inteligencia utilizada en este chat cuenta con 37 tipos de IA, alimentados de las experiencias de las mujeres, los parámetros estipulados en la Ley Olimpia y del trabajo de atención que el Frente Nacional para la Sonoridad México atendió durante los últimos 10 años, quienes a pesar de recibir y atender las denuncias, el número de reportes recibidos al día sobrepasaban la cantidad de voluntarias de esta labor.
Esta herramienta está ya disponible por medio de un chat en WhatsApp que tendrá una atención de 24 horas, y para acceder a el debes escanear un código QR; este chat puede atender a 2 mil mujeres al mismo tiempo, con respuestas inmediatas de apoyo emocional y psicológico, contención de crisis, ejercicios para reducir el estrés y todo esto bajo un lenguaje empático que haga sentir a las usuarias seguras.
Otros propósitos de la implementación de este inteligencia, es el poder recabar información de las víctimas de una manera más rápida y eficaz, así como construir una base de información que será de utilidad para las organizaciones feministas para la identificación de los agresores y el análisis de sus comportamientos como medios que utilizan y modus operandi.