El 21 de enero, una fecha marcada por el recuerdo del devastador sismo de 2003 en Colima, falleció Rex, el pastor belga que se convirtió en símbolo de esperanza y valentía tras el terremoto del 19 de septiembre de 2017 en la Ciudad de México. A lo largo de su vida, Rex dedicó su fuerza y entrenamiento a la búsqueda y rescate de personas, ganándose el respeto y el cariño de México entero.
Nacido en Colima el 24 de septiembre de 2011, Rex inició su carrera de rescate con apenas nueve meses de edad. Participó en 15 misiones de búsqueda, destacando su trabajo tras el sismo de 2017, donde localizó cuatro cuerpos y una persona con vida entre los escombros de la capital del país. Su valentía y dedicación dejaron una huella imborrable en la memoria colectiva.
Un legado de servicio y amor
El último servicio de Rex ocurrió el 17 de septiembre de 2021, cuando ayudó a localizar a una mujer fallecida bajo un derrumbe en la carretera Colima-Minatitlán. Tras años de servicio inquebrantable, fue diagnosticado con una enfermedad articular degenerativa que poco a poco afectó su movilidad. Finalmente, su cuerpo no pudo más, y este martes cerró sus ojos por última vez.
Lejos de los escombros, Rex disfrutaba de sus días en la lonchería «Jugos Insurgentes», propiedad de su familia adoptiva, donde era conocido por recibir a repartidores con un balón en el hocico, esperando jugar y recibir caricias. Su carisma inspiró tanto cariño que incluso tiene una bebida en su honor: un licuado de café y plátano que lleva su nombre.
Un símbolo de heroísmo que trasciende el tiempo
La partida de Rex no solo deja un vacío en quienes lo conocieron, sino también un recordatorio de la nobleza y el sacrificio de los animales de rescate. Su historia representa la valentía silenciosa que salva vidas y la conexión inquebrantable entre humanos y perros entrenados para dar lo mejor de sí en momentos de tragedia.
Hoy, México despide con tristeza y gratitud a uno de sus grandes héroes de cuatro patas. Su legado vive en cada misión cumplida y en cada vida que ayudó a salvar.
Descanse en paz, Rex. Siempre serás un símbolo de esperanza y coraje.