Nelly Furtado, regresó a México para presentarse como una de las artistas más esperadas en el Tecate Emblema 2024, entonando sus grandes éxitos dosmileros como «I’m like a bird», «Fotografía» y «Manos al aire», siendo estos dos últimos temas los que causaron euforia entre los asistentes. Sin embargo, no fue solo su show de lo que todos hablaban, sino también su aspecto físico, volviéndose tendencia en redes sociales.
La luso-canadiense salió al escenario luciendo un body con escote halter incrustado con pedrería que despertó un sinfín de críticas gordofóbicas respecto a su actual físico a sus 45 años, dividiendo opiniones entre hombres y mujeres, ya que mientras algunos criticaban su peso, otros la elogiaban por su figura.
Toda esta controversia, deja en evidencia que aún, en pleno 2024, seguimos exigiéndole a las personas públicas -y no públicas- principalmente mujeres, que cumplan con estereotipos ridículos -e inalcanzables- de belleza, volviéndose una lucha frustrante y permanente con los cuerpos, alimentada por los medios de comunicación y el escrutinio público.
La idea de que es necesario modificar nuestro cuerpo mediante dietas, consumo cosmético, procedimiento quirúrgicos estéticos, etc., son el pan de cada día de muchas mujeres en el mundo y no sólo en el medio artístico, ejerciendo una presión social denominada como violencia estética.
Este tipo de violencia, hace creer a las mujeres que deben seguir cierto canon de belleza para ser aceptadas en la sociedad y ‘mejorar su calidad de vida’, a través de narrativas, representaciones y discursos imperantes innecesarios que terminan por ser un mecanismo de control machista.
El caso de las críticas hacia el cuerpo de Nelly Furtado, es uno de miles que viven las mujeres del medio por estar expuestas ante una sociedad que exige una apariencia física que va más allá incluso de la salud. Sin embargo, existen también cientos de casos de mujeres -artistas o no- que pierden la vida por tratar de conseguir esta belleza hegemónica falsa. Siendo las redes sociales, un importante medio para exponer este tipo de violencia.
Los criterios para construir estas ideas absurdas de patrones de belleza, no son nada más y nada menos que sexualizar a las mujeres para el gusto masculino, haciendo que muestren rechazo hacia los cambios físicos naturales que tiene su cuerpo, creyendo que estos son signos de «fealdad», teniendo un impacto emocional y psicológico importante. Porque si algo es claro, es que a los hombres no se les presiona de la misma forma…
Ante este panorama, es indispensable promover la diversidad corporal y la cultura de aceptación, derribando cualquier «control» sobre un sistema sistémico sostenido en la industria de la moda y la belleza, abrazando nuestros cuerpo y entendiendo que todas estamos juntas e inmersas en esta problemática, pero también estamos juntas para cuidarnos, apoyarnos y aceptarnos.
Y a propósito de Nelly Furtado, se veía hermosa en cualquier sentido y demostró que, a pesar de las innecesarias críticas, sigue siendo una mujer empoderada que es un hit en la industria musical.
