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Investigación del ICUAP sobre organismos del suelo para mejorar la fertilidad y conservación

Con el objetivo de generar conocimiento científico que ayude a comprender, prevenir y solucionar problemas como el deterioro de los recursos naturales, la contaminación ambiental y la baja productividad agrícola, investigadores del Centro de Agroecología del Instituto de Ciencias (ICUAP) de la BUAP desarrollan tecnologías con enfoque agroecológico para mejorar la producción agrícola y forestal.

Uno de estos estudios es liderado por el doctor Dionicio Juárez Ramón, quien investiga organismos microbiológicos, de la macrofauna y mesofauna que contribuyen a la fertilidad y conservación del suelo. En el Laboratorio de Suelo y Agua, el equipo de investigación estudia estos organismos en un contexto ecológico, analizando los factores ambientales que favorecen su presencia y su función en la regeneración del suelo.

El papel de las lombrices en la fertilidad del suelo

En uno de sus proyectos, Juárez Ramón analizó las comunidades de lombrices de tierra en el sistema de cultivo de milpa intercalada con árboles frutales en Puebla y Oaxaca. Explicó que estos organismos cumplen funciones esenciales en el ecosistema, como la incorporación de hojarasca al suelo, la descomposición de materia orgánica, la aireación y el reciclaje de nutrientes. Para mejorar estas funciones, el equipo ha introducido algunas especies de lombrices en suelos degradados.

El investigador destacó que en tiempos prehispánicos, los suelos eran más fértiles debido a la presencia de estos organismos, que transformaban los desechos vegetales en nutrientes para las plantas. Su objetivo actual es reactivar estas funciones en distintos agroecosistemas para mejorar los rendimientos agrícolas.

Estrategias para fortalecer la actividad biológica del suelo

Para mantener y mejorar la actividad biológica del suelo, el doctor Juárez Ramón enfatiza la importancia de proporcionar humedad y materia orgánica en diferentes niveles de descomposición. Estas prácticas favorecen la fabricación de abonos naturales que mejoran la calidad del suelo y la productividad agrícola.

Otra estrategia agroecológica propuesta es el cultivo de dos o más especies vegetales para aumentar la diversidad de fuentes de materia orgánica en el suelo. Un ejemplo exitoso es la intercalación de árboles frutales con cultivos de milpa, lo que permite generar residuos de cosecha que alimentan el suelo y mejoran su fertilidad.

Laboratorio de campo en el Ecocampus Valsequillo

En el Ecocampus Valsequillo de la BUAP se ha establecido un laboratorio a cielo abierto para realizar pruebas y experimentos de campo en esta línea de investigación. Investigadores y estudiantes trabajan en el control de escorrentías, la conservación del suelo y la producción de insumos orgánicos para la agricultura. Además, en este espacio se cultivan hortalizas como tomate, chile y chayote, así como plantas medicinales, tanto en campo abierto como en camas biointensivas y bajo cubierta. También se producen plantas para reforestación en coordinación con el Jardín Botánico Universitario.

Dado el deterioro de los terrenos en el Ecocampus, antes de establecer cualquier cultivo, los investigadores abonan el suelo con materiales orgánicos y realizan un seguimiento detallado para evaluar los resultados. Según el doctor Juárez Ramón, en el manejo agroecológico es fundamental mantener la actividad biológica del suelo para producir alimentos sanos sin afectar el equilibrio del ecosistema.