Refugios fraudulentos: un golpe a la verdadera protección animal
El reciente rescate de 60 gatos del falso refugio “Michigan” en Amozoc, Puebla, expone la cruda realidad de lugares que fingen ayudar a los animales pero en realidad los condenan a sufrimiento. Los felinos vivían hacinados en jaulas, con enfermedades graves como coronavirus y Peritonitis Infecciosa, y 40 de ellos ya habían muerto por negligencia. La responsable, identificada como Ana María García Álvarez, alias “Hanna Soles”, utilizaba la tragedia de los animales para pedir donativos en redes sociales, sin brindarles atención alguna.
Este tipo de casos no solo representa un acto cruel e inaceptable hacia seres indefensos, sino que también erosiona la credibilidad de las verdaderas fundaciones que trabajan con esfuerzo y compromiso por el bienestar animal. Autoridades locales y el Instituto de Bienestar Animal de Puebla están tomando cartas en el asunto, pero el paradero de la responsable sigue siendo desconocido. Los gatos rescatados ahora están bajo cuidado veterinario y esperan una nueva oportunidad de vida en hogares responsables.
La existencia de refugios falsos no puede ser tolerada. Es crucial denunciar estas prácticas y apoyar a organizaciones legítimas que realmente velan por la protección de los animales.