Bakú volvió a ser Bakú: muros hambrientos, coches destrozados y egos por los suelos. Y entre tanto caos, apareció el mismo de siempre: Max Verstappen, que no solo ganó, sino que completó su 6to Grand Chelem (pole, vuelta rápida, liderar todas las vueltas y victoria). Básicamente, se llevó el coche, la pista y hasta las llaves de la ciudad.
🔝 Verstappen, dictador con sonrisa fría
Arrancó primero, acabó primero, y entre medias se dedicó a ignorar al resto. A 14 segundos del segundo, Verstappen corrió como si estuviera en otro videojuego. Red Bull volvió a darle alas, pero él ya ni las necesitaba.
🥈 Mercedes: Russell aguanta, Antonelli amenaza
George Russell fue segundo, sólido, serio y con la gracia de un Excel bien ordenado. Sirvió para que Mercedes sacara pecho en un año de dudas. El detalle curioso: el rookie Kimi Antonelli acabó cuarto y ya empieza a incomodar. Russell sonríe en el podio, pero seguro durmió pensando: “¿y si este chamaco me jubila antes de tiempo?”.
🥉 Sainz y el milagro Williams
Carlos Sainz Jr. metió a Williams en el podio por primera vez desde 2021. El coche azul parecía decorativo, pero en Bakú brilló como protagonista inesperado. Subirlo al podio fue como ver a un equipo de segunda división colarse en la final de Champions: improbable, emocionante y digno de aplaudir.
🤡 McLaren: de la gloria al ridículo
Oscar Piastri, el líder del campeonato, se estampó en la vuelta 1. 34 carreras sumando puntos… y de pronto, muro. Norris, mientras tanto, fue séptimo y se pasó media carrera discutiendo con un pit stop lento que le robó cualquier ilusión.
McLaren pasó de ser el equipo a batir a ser el equipo que batió su propio coche.
🎭 Ferrari y Aston Martin: novela eterna
Hamilton (8.º) y Leclerc (10.º) recordaron que Ferrari es especialista en venderte humo: prometen caballos, entregan ponis. Alonso, penalizado por adelantarse en la salida, acabó sin puntos; y Stroll… sigue siendo un misterio sin resolver de la FIA.
📊 Resumen exprés
Verstappen: dictador absoluto.
Russell: el Excel humano.
Sainz: magia colores y muchos sabores con unicornios que si existen
McLaren: autogol naranja.
Ferrari: drama recalentado.
Alonso: espectáculo sin premio.
Lo que viene…
Singapur espera con luces, glamour y tensión al rojo vivo. McLaren ya no puede pestañear, Verstappen viene como tren sin frenos, Mercedes huele a rebelión interna y Williams ya hizo el milagro de la década. Ferrari, por su parte, seguirá regalándonos capítulos de su tragicomedia semanal.
Bakú dejó claro que la Fórmula 1 no es solo velocidad: es supervivencia, orgullo y tragedia griega con ruedas. Verstappen se consagró como emperador del caos, Sainz devolvió la fe a una escudería olvidada, y McLaren mostró que hasta los gigantes pueden tropezar a lo grande. Si alguien todavía piensa que este Mundial está decidido, que vuelva a ver Bakú: aquí, en cualquier curva, la gloria y el desastre siempre viajan juntos. 🏎️🔥