Austin no perdona: curvas traicioneras, calor infernal y pilotos que sudan más que los estrategas de McLaren.
Después del desastre de la sprint, el domingo fue redención para unos… y más dudas para otros.
🥇 Max Verstappen: el sheriff de Texas
El holandés tomó la punta y no la soltó.
Ganó la carrera con esa mezcla de frialdad y descaro que solo él puede convertir en espectáculo.
El resto pasó más tiempo cuidándose de sí mismo que intentando alcanzarlo.
Séptima victoria en Austin y una amenaza directa al liderazgo de Piastri.
La lección: puedes odiarlo, pero no puedes ignorarlo.
🥈 Lando Norris: del desastre al podio
Después de su choque en la sprint, Lando llegó al domingo con la moral baja.
Pero se plantó, corrió con precisión y firmó un segundo lugar sólido.
Podio asegurado, ego intacto… aunque McLaren sigue teniendo dramas internos que amenazan con explotar en cualquier curva.
🥉 Charles Leclerc: Ferrari respira (un poquito)
Leclerc firmó el tercer puesto y salvó un poco la imagen de Ferrari.
Carrera limpia, rápida y sin mayores sobresaltos… pero el equipo sigue siendo un ejemplo de promesas incumplidas.
😬 Oscar Piastri: líder con dudas
Después del choque del sábado y una carrera tibia el domingo, Piastri terminó quinto con cara de “¿en qué curva dejé mi ventaja?”.
El campeonato sigue en sus manos… aunque Verstappen ya le respira en la nuca y le recuerda que no puede relajarse.
⚙️ Mercedes, Aston y compañía
Russell cuarto, Hamilton sexto.
Mercedes se mantiene, pero todavía sin mostrar esa chispa que intimide a los demás.
Aston Martin: Alonso fuera de ritmo, Stroll haciendo acto de presencia.
Y el resto… intentando entender qué acaba de pasar en Austin.
📊 Resumen exprés
- Verstappen: sheriff texano, implacable.
- Norris: redimido y sólido.
- Leclerc: podio sin magia.
- Piastri: líder con dudas.
- Mercedes: mejor, pero sin intimidar.
Austin ya dejó claro quién manda, quién sobrevive y quién debería quedarse en casa estudiando cómo no chocar consigo mismo.
Verstappen demostró que no piensa soltar el título, McLaren sobrevivió… a medias, y Piastri tiene menos margen de error que un auto en curva 1.
Pero ojo, fanáticos: la verdadera prueba viene la semana que viene en el GP de México.
El calor texano fue solo un aperitivo; Ciudad de México promete altitud, pasión, errores que se pagan con estruendo y un público capaz de levantar a cualquier piloto o enterrarlo en un segundo.
Prepárense: si Austin fue un infierno, México será un volcán… y quien no aprenda la lección hoy, sentirá Mexico en la piel. 🏎️🌋🔥
