Brasil nunca falla.
El GP de Interlagos 2025 fue todo lo que esperábamos (y lo que no): drama, accidentes, remontadas imposibles y una buena dosis de locura carioca.
Entre un Norris imparable, un Verstappen que desafió la física y un Bortoleto que literalmente voló, el fin de semana dejó claro por qué esta pista es territorio sagrado para la Fórmula 1.

Sprint: cuando el suelo se convirtió en trampolín
El sábado pintaba tranquilo… hasta que Gabriel Bortoleto —ídolo local— decidió ponerle emoción al aire.
Intentó adelantar sobre el piano en una zona húmeda y terminó volando con un impacto de 57G, un susto monumental que dejó al público congelado.
El brasileño salió ileso, pero su coche quedó como souvenir de museo.
La bandera roja detuvo el mundo por unos minutos.


Mientras tanto, Lando Norris seguía en su propio planeta.
Ganó la Sprint con solvencia, sin despeinarse, marcando el ritmo y mandando un mensaje claro: “McLaren vino a jugar en serio.”
Detrás, Andrea Kimi Antonelli y George Russell confirmaron el resurgir de Mercedes.
Verstappen, en cambio, jugó a esconderse detrás de una estrategia conservadora: lo justo para calentar motores antes de humillar el domingo.

GP Brasil 2025
Brasil amaneció con sol, samba y caos anunciado.
Tres ingredientes que nunca fallan cuando la F1 pisa Interlagos.
En la primera curva, la predicción se cumplió: Piastri, Antonelli y Leclerc se enfrascaron en una danza homicida.
Resultado: Leclerc fuera, Antonelli con el alerón llorando y Piastri penalizado 10 seg.
Y si creías que el drama se acababa ahí, Hamilton decidió probar el modo “auto-tampón”.
Terminó fuera tras un toque en el caos inicial.
Mientras tanto, en otra dimensión, Max Verstappen arrancó desde el puesto 19 como si el destino le hubiera dicho “te reto”.
En cuestión de vueltas ya estaba adelantando autos como si jugara al modo fácil del simulador.
Cada frenada era cirugía, cada curva, una humillación.
Terminó segundo, porque al parecer la física y el sentido común ya no aplican para él.
Literal: volvió a ser cinema Verstappen.

🥇 Lando Norris firmó un fin de semana perfecto.
Ganó la Sprint, dominó la carrera, y ni siquiera Verstappen con modo deidad activado pudo con él.
McLaren está en estado de gracia y Norris en modo “sí, el naranja también corre por títulos, gracias.”

🥈 Andrea Kimi Antonelli, pese al inicio caótico, volvió a demostrar que tiene hielo en las venas.
El tipo conduce como si llevara una década en la F1 y ya provoca insomnio en medio paddock.

🥉 Max Verstappen. El león lo volvió a hacer: no es humano, es una bestia. Simplemente, leyenda.
Russell firmó un cuarto puesto sólido, confirmando que el ritmo de Mercedes no fue casualidad.
El británico peleó cada vuelta y dejó claro que su hambre por mantenerse en la pelea del campeonato sigue intacta.
Los demás…

Ferrari, por su parte, volvió a protagonizar su tragicomedia favorita: decisiones cuestionables, ritmo inconsistente y caras largas en el garaje.
Literalmente… 🎪🤡
Momentos que hicieron sambear a Interlagos
- El vuelo de Bortoleto en la Sprint: 57G, bandera roja y el corazón del público en la garganta.
- Verstappen desde P19: adelantó como si tuviera códigos de videojuego activados.
- Norris, imbatible: ritmo constante, sin errores, sin drama, puro control.
- Mercedes resucita: doble top 4, Russell 4º y Antonelli 2º demostrando que la nueva era ya está aquí.
- Ferrari… siendo Ferrari: buenas vueltas, malas decisiones, frustración garantizada.
Ganadores y perdedores (según NPI, no la FIA)
Ganadores
🏆 Lando Norris: fin de semana redondo. McLaren ya no promete, cumple.
🧠 Max Verstappen: de P19 a P2. Confirmado: no es humano, es un error del sistema.
⚙️ Mercedes (Russell & Antonelli): consistentes y peligrosamente cómodos.
Perdedores
💥 Gabriel Bortoleto: vuelo histórico, coche desintegrado, héroe ileso.
🍝 Ferrari: lo de siempre, pero con coreografía nueva.
🐂 Red Bull (sin Max): si no fuera por Verstappen, nadie recordaría que compitieron.
Brasil no falla.
Nos dio una Sprint caótica, una carrera impredecible y un podio que reescribe el campeonato.
Norris se consolida, Verstappen desafía la lógica, Mercedes amenaza con volver a la cima y Ferrari… sigue prometiendo.
Interlagos fue pura esencia F1: velocidad, riesgo, espectáculo y locura con ritmo de samba.
Y así, mientras el humo del podio se disipa y Norris sonríe con pinta de campeón, una cosa queda clara:
👉 La Fórmula 1 está más viva que nunca… y más loca también.
