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El consumidor consciente de moda y belleza en México ¿idealismo o realidad?

A propósito de las celebraciones por el Día Mundial del Medio Ambiente, la sostenibilidad ha dejado de ser una opción y se ha convertido en una necesidad en la industria de la moda y la belleza para los consumidores mexicanos. Sin embargo, ¿es realmente posible ser un consumidor consciente en un mercado tan complejo y a menudo contradictorio? A pesar de las buenas intenciones, ser un consumidor ambientalmente responsable en México enfrenta desafíos significativos que cuestionan la viabilidad de este idealismo.

Según un estudio de Euromonitor International, el 46% de los consumidores mexicanos tienen expectativas positivas sobre la economía, lo que se traduce en una mayor disposición a gastar en productos sostenibles​​. A pesar de ello, la práctica de estos hábitos de consumo consciente enfrenta varias barreras.

Uno de los principales obstáculos es el precio, ya que los productos de moda y belleza sostenibles suelen ser significativamente más caros que sus contrapartes convencionales. Un informe de Nielsen encontró que el 66% de los consumidores globales, incluidos los mexicanos, estarían dispuestos a pagar más por productos sostenibles, sin embargo en la práctica, el alto costo puede disuadir a muchos.

Otro notable problema es la falta de transparencia en las cadenas de suministro, porque aunque algunas marcas están haciendo esfuerzos por ser más transparentes, un estudio de McKinsey reveló que muchas empresas todavía no proporcionan información detallada sobre sus prácticas sostenibles, dificultando con ello que los consumidores hagan elecciones realmente informadas.

Por su parte, la llamada moda rápida o «fast fashion,» sigue siendo una gran elección por parte del mercado mexicano debido a su accesibilidad y bajos precios. Según un informe de Fashion Revolution, el 40% de los consumidores en México admiten comprar ropa de moda rápida a pesar de conocer su impacto negativo en el medio ambiente​. Surgiendo así, una contradicción que resalta la dificultad de cambiar hábitos de consumo arraigados.

No obstante, las empresas siguen sumando esfuerzos en la adopción de tecnologías que beneficien al planeta, como es el caso de Lectra que está desarrollando herramientas como Kubix Link, que ayudan a las marcas a gestionar sus cadenas de suministro de manera más sostenible. Estas soluciones permiten la trazabilidad de los materiales y aseguran prácticas de abastecimiento éticas​, el problema está en que estas soluciones aún son una minoría que llevará muchos años para que se vuelvan una norma.

Por otro lado, la falta de educación y la conciencia sobre el impacto ambiental de la moda y la belleza es preocupante, y aunque ya existen campañas de concienciación y políticas gubernamentales que juegan un papel importante en fomentar prácticas de consumo más responsables, habrá que sumar muchos más esfuerzos para promover la sostenibilidad a niveles globales y lograr un cambio real hacia hábitos de consumo más responsables con el medio ambiente.

Ser un consumidor consciente en México es una aspiración noble pero complicada por diversas barreras económicas, de información y de hábitos de consumo. Si bien hay avances y herramientas que pueden facilitar una mayor sostenibilidad en la industria, aún queda un largo camino por recorrer. Aún así, la responsabilidad no recae solo en los consumidores, sino también en las marcas y las políticas públicas que deben promover y facilitar prácticas más sostenibles.

Para que el ideal de ser un consumidor ambientalmente responsable se convierta en una realidad accesible, es necesario un esfuerzo conjunto de todos los actores involucrados, solo así podremos esperar un cambio significativo y duradero en el mercado de la moda y la belleza en México y el medio ambiente.