La educación tiene un papel fundamental en la construcción de una sociedad más equitativa y estructurada, pero no siempre las mujeres gozaron de este derecho. Apenas a finales del siglo XIX en México, fue cuando las mujeres empezaron a tener ciertos derechos y accesos en torno a la educación.
Sin embargo, aún había brechas de desigualdad que derribar en esta materia, por ejemplo, por esa época, las mujeres solo eran bien vistas si sus estudios estaban orientados a ser educadoras o a temas de cultura, para que pudieran continuar su «naturaleza» de servir en los deberes domésticos.
Para derribar estas desigualdades, hubo cinco mujeres mexicanas que, desde su papel de profesoras, ayudaron a equilibrar estos imperativos sociales e impulsaron a las mujeres y sus derechos, haciendo grandes aportaciones al sistema educativo de este país.
María Rosaura Zapata Cano
Una de las mujeres más reconocidas en la historia de la educación mexicana por ser pionera en la educación preescolar en México. Nacida en 1876 y oriunda de La Paz, Baja California, se graduó de la Escuela Normal de Maestros y obtuvo estudios en Psicología y Ciencias de la Educación.
En 1902 fue ganadora de una beca en San Francisco y Nueva York para estudiar pedagogía y, en ese mismo año, viajó por diferentes países de Europa para conocer sus sistemas de educación preescolar e implementarlos en México, creando así un nuevo esquema denominado Enrique Pestalozzi.
Rosaura ostentó una gran lista de cargos y su desempeño mereció premios como la Medalla Belisario Dominguez (1954) y el reconocimiento de su labor ante la ONU (Organización de las Naciones Unidas). Entre sus logros más destacados están la creación del Instituto de Información Educativa Preescolar y fue una ferviente difusora de la cultura infantil. Además, es una de las creadora del primer reglamento para jardines infantiles en México.
Dolores Correa Zapata
Fue una destacada profesora de la Escuela Normal de Maestros, nacida en 1853 en Tabasco, creciendo dentro el seno de una familia dedicada a la docencia. Además de profesora, también fue escritora y poeta y es principalmente recordada por fundar la revista «La mujer mexicana» en 1902, cuyo objetivo era darle un espacio a mujeres ilustres de la época para compartir sus opiniones e ideas.
El labor de Correa fue la defensa de la educación intelectual de las mujeres en México. Se distinguió también por su compromiso social impulsando la educación científica y cívica moderna, ayudando a la transformación de su género, pero también a sociedades marginales.
Fue autora de diversos textos donde su eje fundamental era buscar que a las mujeres se les enseñara más que economía doméstica.
Adelina Zendejas
Nació en 1909 en Toluca, Estado de México. Dedicó su vida a la docencia, al periodismo y fue defensora de los derechos de las mujeres mexicanas. Zendejas es reconocida por divulgar sus ideas sobre la educación, exigiendo justicia y apoyando causas que celebraban el labor de las mujeres y fue fundadora del Frente Único Pro-Derechos de la Mujer.
Asimismo, fue una gran precursoras del feminismo, de la educación indígena y del cambio cultural en México. En su colaboración como periodista, tuvo que hacer uso de más de diez seudónimos para escribir sobre las condiciones sociales de aquella época y de la inequidad de género.
Emma Godoy
Originaria de Guanajuato, nacida en 1918, fue una docente egresada de la Escuela Superior de México y realizó su maestría y doctorado en Pedagogía en la UNAM (Universidad Nacional Autónoma de México). Su trabajo como profesora fue descrito por muchos como honorable y es conocida por luchar a favor del derecho de los adultos mayores.
También incursionó en locución y escritura, ayudándose de estas materias a difundir mensajes para dignificar y revalorizar la vejez.
Rita Cetina
Importante figura para la educación de la mujer en México. Cetina fue una yucateca nacida en 1846. Su trayecto de vida marca un parteaguas en el acceso a la educación para las mujeres. Con tal solo 24 años, fundó el colegio «La Siempreviva» en el estado de Yucatán, siendo la primera escuela de educación formal y gratuita para niñas y adolescentes en México.
Su papel se centró en la dedicación a proyectos que difundieran la educación a las mujeres, además de difundir las ciencias y las artes en espacios de divulgación como la revista «La Siempreviva» de la cual fue fundadora.
Esta destacada maestra, proporcionó ideas brillantes para promover que las mujeres recibieran una educación digna. En 1877 se inauguró el Instituto Literario de las Niñas, siendo nombrada directora. Tras su muerte, en Yucatán se colocó un monumento en honor a la profesora y sus atribuciones.
El papel de los y las docentes es fundamental y ayuda a contribuir a hacer de este un mundo mejor, por eso en México, cada quince de mayo, celebramos y reconocemos el gran trabajo de estos profesionistas y agradecemos su dedicación y el valor que día con día encaminan a un mejor futuro.