DEJANDO HUELLA

Entrevista perronas con gente de pocas pulgas

AULLIDOS POLÍTICOS

Las noticias que resuenan a nivel local, nacional y mundial

Control y Manipulación: el calvario que Yamile ha vivido

Yamile Gazal, madre de tres niños de 2, 4 y 7 años, ha denunciado un grave caso de violencia psicológica y control por parte de su expareja, quien además es deudor alimentario. El pasado viernes, su expareja en complicidad de su hermano, la despojó de la vivienda que habitaba con sus hijos, simulando un embargo.

Desde junio, la juez Aurora Emilia había fijado una pensión provisional para el sustento de los niños, pero hasta ahora, dicha pensión no ha sido entregada en su totalidad. A partir del mes pasado, el deudor comenzó a hacer “abonos”, pero estos son insuficientes y representan solo una fracción de lo que realmente corresponde.

Yamile ha revelado que durante su matrimonio sufrió violencia psicológica durante siete años. Ahora, tras la separación, enfrenta nuevas amenazas por parte del padre de sus hijos, quien intenta intimidarla con la posibilidad de quitarle la custodia de los niños. Esta situación es un claro ejemplo de cómo la violencia se manifiesta no solo en agresiones físicas, sino también a través del control y la manipulación emocional.

Además, se ha filtrado información errónea sobre una casa que Yamile supuestamente posee en Zavaleta. En realidad, esa vivienda fue impuesta por su expareja bajo condiciones abusivas, donde se le exigía notificar todos sus movimientos, desde horarios de entrada y salida hasta la identidad de las personas que pudiesen visitar el lugar. Este control extremo llevó a Yamile a rechazar mudarse a esa casa, reconociendo que tal situación es una forma de violencia y control absoluto.

Este caso podría enmarcarse dentro de la Ley Vicaria, en Puebla, sanciona a los hombres que utilizan a sus hijos como herramientas para dañar, controlar o intimidar a sus exparejas. La ley busca proteger a las mujeres y sus derechos, resaltando la necesidad urgente de abordar la violencia psicológica en todas sus formas.

La situación de Yamile es un llamado a la sociedad para reconocer y combatir la violencia que enfrentan muchas mujeres, especialmente madres, y para garantizar que reciban el apoyo y la protección que merecen.

Comparte