Este domingo, a los 14 años de vida, Titán, el valiente perro de rescate que salvó decenas de vidas tras el devastador sismo del 19 de septiembre de 2017, se despidió de este mundo. Rodeado de cariño y gratitud, cerró los ojos por última vez, dejando un vacío inmenso en aquellos que lo conocieron y trabajaron a su lado. Su partida, aunque triste, se convierte en un tributo a su incansable labor y al legado que dejó en la historia del rescate en México y el mundo.
Titán no solo fue un compañero de trabajo ejemplar; fue una figura clave en los días más oscuros del 19S. Con su olfato extraordinario y su valentía sin límites, este perro rescatista ayudó a encontrar a más de 26 personas con vida, muchas veces enfrentándose a situaciones que desbordaban la capacidad humana. Su compromiso con la vida, su lealtad y su coraje lo convirtieron en un verdadero héroe.
Pero la historia de Titán no se limita a México. Su espíritu indomable lo llevó a otros rincones del mundo, como Argentina y Estados Unidos, donde también fue parte fundamental en misiones de rescate. No hay duda de que su presencia marcó la diferencia en cada uno de los lugares donde trabajó, brindando esperanza en momentos de desesperación. Fue reconocido por su valentía en diversos países y homenajeado, entre otros lugares, en su estado natal de Guanajuato.
Mauricio Pantoja, quien compartió incontables momentos con Titán, recuerda con emoción la labor que ambos realizaron juntos. «Titán no solo encontró cuerpos, encontró vidas. Nos dio lecciones de dedicación, de amor por la humanidad. Fue un verdadero bombero de cuatro patas», comentó con nostalgia. Además, Pantoja rememoró cómo Titán recibió la medalla del Congreso y otros galardones, un reconocimiento merecido por su incansable trabajo durante la tragedia.
Hoy, en su despedida, Titán trasciende como más que un simple perro de rescate. Es un símbolo de la fuerza, la esperanza y el amor que los animales pueden brindarnos en los momentos más oscuros. Su partida nos deja con una profunda tristeza, pero también con un sentimiento de gratitud por todo lo que hizo por las víctimas del sismo y por todos aquellos que, en su búsqueda, encontraron un resquicio de vida.
«Mi compañero de grandes aventuras y amigo, Titán K9, partió al eterno Oriente», escribió Pantoja en sus redes sociales. «Deja una huella imborrable en nuestros corazones, como un bombero único, una luz que no se apaga.»
La despedida de Titán es un recordatorio de que, en los momentos de crisis, los lazos que formamos con nuestros amigos más fieles no tienen fronteras, y que su amor y dedicación nos acompañan incluso cuando se van. En el corazón de México y en cada lugar donde este valiente perro de rescate hizo historia, su legado perdurará.
