La Fiscalía General del Estado (FGE) persiste en solicitar una sentencia de 55 años de prisión para María Dolores Gómez López, una mujer que fue víctima de trata y explotación sexual por parte de Tomás N, según confirmó su defensora legal, Karla Michel Salas.
La abogada informó que el próximo lunes 16 de diciembre se reanudará la audiencia para presentar pruebas en favor de María Dolores. Sin embargo, destacó que la Fiscalía de Puebla continúa acusándola, ignorando su condición de víctima y pidiendo una pena severa en su contra.
“Es evidente que el trabajo de la Fiscalía en este caso fue profundamente inadecuado. No se realizó una investigación que considerara el contexto de violencia que enfrentaba Dolores, ni se aplicó una perspectiva de género en el proceso judicial”, expresó Karla Michel.
El caso fue asumido por el Grupo de Acción por los Derechos Humanos y la Justicia Social (GADH), con sede en la Ciudad de México. Según la abogada, este grupo identificó múltiples condiciones de vulnerabilidad en María Dolores, las cuales no fueron tomadas en cuenta por la dependencia estatal.
“No solo era víctima de trata, sino que además tiene una historia marcada por violencia desde su infancia, una discapacidad intelectual, y ha sido discriminada por sus preferencias sexuales y afectivas”, señaló Salas.
La abogada subrayó que el caso de María Dolores refleja una problemática más amplia: muchas mujeres son juzgadas sin considerar las circunstancias de género y terminan injustamente encarceladas.
Por esta razón, el GADH y la representante legal solicitan al Poder Judicial del Estado que evalúe el caso con una perspectiva de género, con el objetivo de lograr una sentencia absolutoria para María Dolores. Ella fue acusada tras intervenir para defender a su amiga Rosita Marimar, quien estaba a punto de ser asesinada por Tomás N.
De acuerdo con un informe publicado por *El Sol de Puebla*, María Dolores actuó en defensa de Rosita, una amiga hondureña y compañera, cuando Tomás N intentó ahorcarla. Durante el enfrentamiento, Tomás N perdió la vida.
A raíz de este suceso, María Dolores fue procesada por homicidio. Cabe mencionar que tanto ella como Rosita eran forzadas a prostituirse en San Matías Tlalancaleca, Puebla, donde sufrían constante violencia de género por parte de Tomás N.
