Hoy se inauguró la Ciudad Universitaria 2, un nuevo campus de la BUAP ubicado sobre la Carretera San Baltazar Tetela en la junta auxiliar de San Pedro Zacachimalpa en Valsequillo. Este eco-campus, destinado a las ingenierías y ciencias naturales, fue presentado como una instalación de alta tecnología, con más de 40 laboratorios, aulas inteligentes, y servicios como cafetería, papelería, y biblioteca virtual.
A pesar del despliegue mediático que acompañó la inauguración, la realidad es que la comunidad de San Pedro Zacachimalpa, hogar de CU2, no está lista para convertirse en una zona universitaria. A diferencia de la colonia San Manuel, donde se encuentra el campus principal, San Pedro carece de las infraestructuras básicas necesarias para albergar a los miles de estudiantes que se espera lleguen en los próximos años.
No hay residencias estudiantiles, ni servicios esenciales, y la movilidad se limita al transporte que ofrece la propia universidad. Esto plantea serias dudas sobre la viabilidad de que CU2 se convierta en el campus principal para tantos estudiantes, considerando que sería poco práctico que diariamente se transportaran desde la capital poblana hasta esta comunidad.
La prisa por inaugurar la CU2 parece responder más a la necesidad de que el gobernador saliente, Sergio Salomón, pudiera cortar el listón y por supuesto al inicio del ciclo escolar, que a la verdadera preparación del campus para recibir a estudiantes.
Cabe mencionar que aunque la sede nueva de la BUAP esta diseñada para recibir a 30 mil alumnos de 28 carreras, actualmente son poco más de 5 mil los estudiantes de nuevo ingreso quienes hoy tuvieron su primer día de clases ahí. Esto porque la obra está en su primera etapa.
A pesar de contar con el servicio de transporte STU “Lobo Bus” que conecta CU2 con CU San Manuel y sale cada 15 minutos, el traslado al nuevo campus que se encuentra a 12.5 km del campus en San Manuel toma poco más de media hora sin tomar en cuenta imprevistos de tráfico. La falta de infraestructura adecuada en los alrededores de la comunidad, como alumbrado público y servicios básicos, hace que el área sea desolada e insegura para quienes llevan equipo de cómputo y otros materiales.
Durante la inauguración, se implementó un operativo para retirar a los vendedores ambulantes de la zona. Sin embargo, no se ha prometido que esta medida sea permanente, lo cual no sería del todo malo, ya que el campus solo cuenta con una cafetería, que podría establecer precios elevados debido a la falta de competencia, mientras que los vendedores ambulantes representarían una alternativa accesible para la alimentación de los estudiantes.
A pesar de estos desafíos, CU2 se presenta como un espacio con potencial para el futuro, aunque su estado actual no cumple con las condiciones necesarias para una vida estudiantil plena, lo que plantean retos que aún deben ser resueltos para garantizar una experiencia universitaria completa y segura.