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«No me quiero morir», el grito desgarrador de Emiliano, menor asesinado en Tabasco.

Esta semana en México, un grito desgarrador resonó en todos nuestros corazones: «No me quiero morir». Fueron las últimas palabras de Dante Emiliano, un niño de solo 11 años que, tras recibir tres disparos, agonizaba en la puerta de la casa de su abuela en Paraíso, Tabasco. Este momento devastador, capturado en video, quedó grabado en la memoria colectiva de una nación que hoy siente rabia, indignación e impotencia.

Dante Emiliano, un niño lleno de vida, sueños y esperanzas, fue brutalmente arrancado de este mundo. Inicialmente se dijo que había sido herido mientras protegía a su madre de un posible secuestro, pero la Fiscalía ha descartado esta versión y sigue investigando para esclarecer el motivo detrás de tan atroz crimen. Mientras la investigación sigue su curso, la Fiscalía estatal ha afirmado que trabaja con las grabaciones de cámaras de seguridad y con testigos para encontrar a los responsables.

Pero más allá de los detalles de la investigación, el dolor es indescriptible. ¿Quién puede dispararle a un niño? ¿Quién puede ser tan cruel y desalmado? La violencia en México ha alcanzado niveles insostenibles, y este caso nos muestra la peor cara de esa realidad. El video que muestra a Dante Emiliano en sus últimos momentos no solo nos conmociona hoy; es un recordatorio constante del terror y la maldad que acechan a nuestras comunidades.

En medio de esta tragedia, el dolor de su madre es inconmensurable. Atosigada por periodistas que capturaron su desesperación, expresó lo que muchos sentimos: la violencia se ha salido de control. Ella vivirá con esas últimas palabras, con la imagen de su hijo aferrado a la vida, utilizando sus últimas energías para expresar su deseo de vivir más allá de esos 11 años.

Este trágico evento no puede ser solo un titular pasajero, algo que nos conmocione momentáneamente y luego olvidemos mientras seguimos con nuestras vidas. Debemos recordar a Dante Emiliano y exigir justicia, no solo para él, sino para todas las víctimas de la violencia en nuestro país.

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