Tras el primer debate presidencial, Xóchitl Gálvez ha dejado una sensación de decepción entre los espectadores y analistas políticos. La candidata de la oposición, en un intento por destacar, se vio limitada por la estructura del debate, mientras Claudia Sheinbaum mostró solidez y liderazgo desde el principio.
En un formato lleno de cuestionamientos agudos, Gálvez no logró sorprender ni destacar frente a Sheinbaum, quien demostró una presencia presidencial. Abordando temas cruciales como el conflicto diplomático con Ecuador, Sheinbaum se destacó por su capacidad para corregir a los moderadores cuando fue necesario.
Sin embargo, Gálvez optó por ataques que podrían haberla beneficiado, pero que terminaron por mostrar estereotipos que castigan la disciplina femenina en la vida pública. Llamando a Sheinbaum «Dama de Hielo», la candidata de la oposición parecía estar suplicando por una salida en un debate que tenía todo para ganar.
En contraste, el candidato Jorge Máynez sorprendió al jugar estratégicamente, evitando frivolidades y mostrando una visión política de mediano alcance. A pesar de todo, para Gálvez el debate resultó ser una oportunidad perdida. No logró destacar en temas cruciales como las elecciones al Congreso ni evitar la mayoría calificada de Morena.
Se espera que el desempeño de Gálvez en este debate pueda afectar sus números en las encuestas, aunque se reconoce que los debates presidenciales rara vez provocan cambios significativos en la intención de voto. Mientras tanto, Claudia Sheinbaum avanza con seguridad hacia las siguientes etapas del proceso electoral, dejando a Gálvez con un camino cuesta arriba en su campaña.
