NFC Oeste: drama con montañas de fondo
La NFC Oeste es como esas películas premiadas que nadie entiende, pero todos aplauden. Paisajes épicos, actores intensos y tramas que te dejan pensando si viste un partidazo o un sketch mal actuado.
San Francisco 49ers
Pretemporada 2–1: ganaron a Raiders y Rams, perdieron con Broncos.
Siguen siendo los favoritos del vecindario. Su ofensiva tiene más estrellas que Netflix y la defensa todavía mete miedo, aunque ya no es la muralla de antes. Son como esa ola gigante que ves venir en la playa: sabes que te va a revolcar y aun así te quedas parado.
Los Angeles Rams
Pretemporada 0–3: derrotas ante Cowboys, Texans y Chargers.
McVay intenta revivir la gloria, pero sin Donald en defensa parece misión imposible. Stafford y Kupp todavía tiran magia, y Puka Nacua es la nueva cara bonita, pero se sienten como esa estrella de Hollywood intentando un regreso: puede ser un Oscar o un meme en TikTok.
Arizona Cardinals
Pretemporada 2–1: vencieron a Bills y Broncos, cayeron con Texans.
Kyler Murray sano y con rookie sensación Harrison Jr. ilusionan. La defensa sigue llena de huecos, pero al menos ya no parecen los patiños de la división. Los Cards son como ese invitado no esperado en la fiesta: llega, nadie lo pela… y de pronto es el que arma el desmadre.
Seattle Seahawks
Pretemporada 1–2: triunfo contra Vikings, derrotas ante Dolphins y Packers.
Nuevo coach, nuevas ideas, pero la ofensiva todavía busca Google Maps. Tienen talento joven, sí, pero parecen ese reboot de película: puede salir buenísima o terminar en “¿y para qué gasté dos horas de mi vida en esto?”.

AFC Este: huracán con tiburones
La AFC Este es como un huracán con WiFi: rápido, caótico y siempre trending topic. Entre Bills y Dolphins peleando, Jets con hype eterno y Patriots en reconstrucción, aquí no hay partidos aburridos… solo diferentes tipos de drama.
Buffalo Bills
Pretemporada 1–2: vencieron a Bears, cayeron con Cardinals e Colts.
Josh Allen sigue siendo el show principal, aunque ahora sin su guitarra favorita (Diggs). Igual entretienen y asustan, pero ya no se sienten tan indestructibles. Son como ese cantante que todavía llena estadios… aunque ya no cante tan afinado.
Miami Dolphins
Pretemporada 2–1: victorias ante Seahawks y Falcons, derrota con Jaguars.
Tua, Hill y Waddle siguen jugando como si estuvieran en modo “principiante” de videojuego: todo les sale. La defensa, decente. Pero ojo: si alguien se lesiona, el show se apaga más rápido que fiesta con bocina descargada.
New York Jets
Pretemporada 2–1: le ganaron a Panthers y Giants, perdieron contra Lions.
Hype eterno. Rodgers regresa a predicar, Garrett Wilson vuela y la defensa es top. Pero ya sabemos la historia: pintan para campeones en agosto y en noviembre ya están llorando. Los Jets son el “ya merito” más caro de la NFL.
New England Patriots
Pretemporada 1–2: victoria ante Eagles, derrotas con Commanders y Giants.
Nuevo jefe: Mike Vrabel. Proyecto en construcción y novato Drake Maye al mando. Los Pats son como esa banda famosa que cambió de vocalista: todos extrañan al original, pero igual quieres ver si el nuevo no la riega en vivo.

Montañas, desiertos y huracanes: prepárate para el temblor
Montañas que se sacuden, olas que te arrastran y huracanes que no piden permiso: así es la NFL 2025. Los 49ers y Rams traen espectáculo de película, Cardinals y Seahawks prometen sorpresas que te harán gritar, y Bills, Dolphins, Jets y Patriots combinan talento, drama y ese eterno “ya merito” que nos hace reír… o llorar.
Esta temporada no hay partidos tranquilos, no hay descansos, y seguro que tu sofá va a sufrir más que tu equipo. Cada touchdown puede ser un meme, cada error una tragedia, y cada victoria… un motivo para celebrar como si mañana no existiera. Bienvenidos al caos más glorioso que la NFL puede ofrecer.